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Noticia: Fin de la espera en el Everest
Nacho Orviz continúa inmerso en la preparación del terreno para acometer el ascenso a la cima del Everest (8.848 metros) sin recurrir al oxígeno artificial y ayer explicaba a EL COMERCIO que durante los últimos cuatro días permaneció en los campos superiores de la montaña más alta del mundo. «Salimos del base y fuimos directamente al campo 2 (6.400 m.). Nuestra idea era aclimatar y tratar de montar el campo 3, con lo que estuvimos dos noches en el campo 2, y al tercer día me fui con dos sherpas hacia el campo 3 (7.200 m)», detallaba el montañero gijonés, que forma parte de la expedición encabezada por Edurne Pasaban, que busca su segundo ascenso al Everest, esta vez sin oxígeno.
Ya en el campo 3, Orviz se dedicó a preparar una repisa «que nos llevó casi tres horas de picada en el hielo, pues esta ubicado en la pared del Lhotse que es bastante escarpada». Allí dejaron varias tiendas y el equipo necesario para la próxima subida.
El asturiano confiesa encontrarse en un buen estado de forma. No así Ferrán Latorre, que acabó bajando hasta Demboche (4.200 metros) aquejado de una fuerte laringitis.
Ahora, desde el base, el grupo aguarda el momento adecuado para retomar la ascensión hacia la cima del mundo. Si todo va según lo previsto, el asalto final daría comienzo mañana, tal y como adelantó Nacho Orviz.
El montañero gijonés, que alcanzaría su séptimo 'ochomil' de culminar con éxito este proyecto, comentaba también que estos días un grupo de sherpas «subió hasta la cumbre fijando todo con cuerda». Algo que no le sorprende ante la escasa capacitación que están viendo en muchos de los integrantes de las expediciones comerciales.
«Les cuesta mucho ascender», aseguró. Ayer mismo el grupo de Nacho tuvo que ayudar a evacuar a un escalador indio que, a pesar de tener un edema pulmonar y cerebral, no quería dar por finalizada su aventura. «No son conscientes de la gravedad de sus dolencias», comentaba Orviz.
 
Fuente: elcomercio.es